A tus ojos


¿Quién podría negarse a tu mirada?

Amado Maestro, necesito por unos instantes, que mis ojos se posen en los tuyos.
Que un instante, la brisa que mueve tus cabellos, toquen levemente los míos.

Rayos de Luna, iluminen mi cuerpo;
Despójenlo de todo lo que lleva consigo;
Sanen sus heridas;

Rayos de Luna;
Polinicen las flores para que den su aroma;
Corten sus abultadas ramas y saquen sus frutos;

Rayos de Luna;
Devuelvan el cuerpo a la tierra;
Para que se geste nuevamente;

Rayos de Luna;
Transpórtame al lugar de mi amado.

¿Los Porqué?

Una vez alguien me dijo, cada ser viene a la Tierra con una misión. Por un tiempo busque incansablemente cual era la misión que yo debía realizar. Muchas experiencias he tenido a lo largo de este camino, algunas maravillosas, algunas tristes, algunas alegres. He conocido a muchas personas también. Pero lo más extraño de todo, es que he concluido que en verdad, lo que necesitaba era aceptarme tal cual era; y vivo así. Y creo que en parte he logrado la felicidad, pues cuando me acepte, también me encontré, y cuando me encontré, también encontré a otros seres. Y desde entonces vivo, porque vivir es maravilloso, conocer gente es maravilloso, mirar los árboles cada día es maravilloso, y observar la luna, y las estrellas, y las nubes, y los pájaros, y mirar a los seres que amo a los ojos, y darme cuenta que las palabras ya no son necesarias.

Hoy desperté con deseos de volar,
salí de mi cama, pasé la ventana, abrí mis alas y emprendí mi vuelo.

El aire atraviesa mis alas, pero el aroma del oxigeno es tan agradable, que esto no me importa.

Me siento libre, hacia tiempo que no volaba, y creo que mis alas están atrofiadas, desde hoy prometo volar todos los días.

Creo que alguien me acompaña, todavía no lo distingo, aun se encuentra lejos, pero cada vez está mas cerca.